lunes, 30 de diciembre de 2013

No me jodáis las estrellas

No me jodáis
las estrellas.
Os estáis diluyendo
en el tiempo, 
buscando unas ruinas
antiguas
donde ayer sólo había cemento
a la vez que tratáis
de reconstruir
vuestros últimos abrazos.
Confiáis en un mundo
que os cobra la vida
a plazos.

¿No nos oís crepitar?
No es el ruido
de las sombras
que arrastrais al andar,
tan sólo son las llamas
de unos sueños imposibles
de apagar.

Buscad en los rincones,
en los peligrosos abismos
y en la curtida piel
de todas vuestras canciones;
quizá encontréis
un puñado de razones,
quizá vuestros de-sastres
os cosan los pantalones.

No hay rumor más lejano
que el batir
de cualquier ave volando.
Silba el viento
tu nombre,
al fin,
mientras las nubes
se oscurecen
y terminan lloviendo
y llorando.

No seáis cazadores
en celo,
no busquéis libertad
en el cebo,
no dejéis de dormir
en aceras.

Por favor,
no me jodáis las estrellas.